domingo, 15 de abril de 2012

LA VALLÉE BLANCHE ET LE MER DE GLACE

VALLE BLANCO Y MAR DE HIELO
2 de abril de 2012
Al final, después de todo, nos han sobrado dos días antes de coger el avión. Ayer lo dedicamos a cancanear por Chamonix: un poquito de turismo, un muchito de cervecitas, otro poquitito de turismo, otro mucho de cerveza. En fin, lo que es echar un buen día de tranquilidad.
El último día, el de hoy, lo vamos a dedicar a descender el Valle Blanco y el Mer de Glace. Una aventura fabulosa que nos lleva desde L'Aiguille du Midi a 3800 m y Montevers a 1600 m (donde cogeremos el tren cremallera que nos llevará de vuelta a Chamonix) a través de un autético paraiso glaciar lleno de grietas y grandes desniveles, que pasa por debajo de los sitios míticos del alpinismo: el Mont Blanc, el Tacul, Les Droites, El Dent de Geant, las Jorasses y el Dru.
Solo tiene un pequño problema: hay que pagar 52,4 leuracos para subir en el teleférico a L'Aiguille du Midi.
FOTOS
 Buen fondo para una foto: el Mont Blanc.

 Mont Blanc du Tacul, Mont Maudit y Mont Blanc.

 Primera parte de la bajada.

 Las paredes del Tacul.
 Bajando por bañeras y entre grietas.
 Por alguna parte entre ese caos hemos bajado.

 Salimos del Valle Blanco para adentrarnos en Le Mer de Glace.


 Vista de parte del Mer de Glace.
 Un traguino de la bota a la salud del Valle.
 Grietas llenas de agua en la parte inferior del Mer de Glace.
 Parte baja del Mer de Glace.

 El Dru nos despide.

ALTA RUTA CHAMONIX-ZERMATT. 4ª ETAPA

CABAÑA DE VIGNETTES-ZERMATT
Si la tercera etapa fue la más dura, la de hoy es, quizás, la más espectacular.
El desayuno lo dan a las cinco y media de la mañana, sí o sí. Nosotros nos levantamos para el desayuno y luego nos quedamos remoloneando hasta las 7:30. Fuimos los últimos en salir del refugio.
Lo primero es desandar el camino de ayer hasta el Col de Charmontanne. Aquí se inicia el ascenso al primer collado del día: el Col de L'Eveque (3382 m). Es una subida bastante tendida que no tiene mayor trascendencia. La primera parte del consiguiente descenso tiene algunas palas bastante empinadas, que tuvimos la suerte de afrontarlas con buena nieve. Una vez llegados al Alto Glaciar de Arolla toca remontar hasta el Col de Mont Brullé (3213m). Para subir tuvimos que tirar de crampones y piolet.
La bajada al Glaciar de Tsa Tsan es corta pero empinada. Después hay un trozo de llano que pica para abajo en el que remando lo más posible intentamos retrasar el foqueo al máximo.
Toca remontar el último collado: el Col de Valpelline  (3557 m). Es, sin duda, la subida más dura de la jornada. Al llegar arriba nos topamos de bruces con el Cervino y con el Dent d'Herens. Ahí es nada. Estamos felicísimos. Además, para mejorar aún más la situación, el intenso viento que nos ha azotado durante la subida ha amainado y nos permite regocijarnos con las impresionantes vistas. Hasta aquí, hemos tardado algo más de siete horas.
Ahora, ya sólo queda bajar. Primero a través del Glaciar de Stockji, que encontramos bastante bien innivado y apenas sin grietas. Al girar a la derecha para coger el Glaciar de Zmutt las condiciones cambian: ya hay más grietas y hay que pasar debajo de enormes barreras de seracs que amenazan con caérsenos encima, (cosa nada recomendable jejeje) sin olvidar las  diagonales que hay que hacer a media ladera con pendientes convexas sobre nosotros. Al llegar a la parte alta del valle que nos llevará a Zermatt hay volver a pasar bajo los seracs, primero, y bajo unos cortados de roca que tienen grandes de cantidades de nieve acumulada encima. Así que por aquí rapidito y pocas fotos.
Al fin el valle se abre justo antes de llegar al bosque. Tras pasar el bosque, llegamos a una pista de tierra, así que a quitarse los esquís durante medio kilómetro, hasta que llegamos a la estación de esquí de Stafelalp. A partir de aquí ya solo queda bajar por las pistas hasta el mismo pueblo de Zermatt.
Ahora a buscar un bar para apretarnos unas cervezas.
Por cierto, después de la paliza hay que cruzar todo el pueblo (unos 20 minutos) para coger el taxi que nos lleve a Chamonix, ya que en el casco urbano tienen prohibida la circulación los vehículos con motores de combustión.
Tiempo: 9h 10min
 Distancia: 30,3 km
Desnivel: +1286m -2850m
FOTOS:

 Dejamos atrás el Refugio de Vignettes.
 Subida al Col de L'Eveque (3382 m).
 Bajada del Col de L'Eveque y travesía por el Alto Glaciar de Arolla.
 Subida al Col de Mont Brullé (3213m).
 Acercándonos al Col de Mont Brullé.
 Bajada del Col de Mont Brullé y travesía hacia Valpelline.
 Subida al Col de Valpelline.



 En el Col de Valpelline (3557 m) con el Cervino de fondo.
 No está contento el tío ni na.
Bajando el Glaciar de Stockji.

 Mira que monos delante del Cervino.
 Pasando por una zona de grietas.
 Diminutos bajo los seracs.
 Otra parecida.


 De allá arriba venimos.
 Aquí toca portear los esquís durante medio kilómetro.
 Estación de Stafelalp.
 Zermatt.
 Misión cumplida.
La típica foto de fin de la travesía en la iglesia de Zermatt.

sábado, 14 de abril de 2012

ALTA RUTA CHAMONIX-ZERMATT. 3ª ETAPA

 CABAÑA DE VALSOREY-CABAÑA DE VIGNETTES.
Si utilizamos la terminolgía ciclista esta es la etapa reina de toda la ruta, ya que hicimos dos etapas en una metiéndonos una tupa de once horas y media, con casi dos mil metros de desnivel positivo y más de veinticuatro kilómetros de recorrido.
Salimos a las siete de la mañana con una niebla que no dejaba ver a tres en un burro. La temperatura, agradable, -9ºC. Desde el mismo refugio empezamos con los esquís en la mochila. Al principio la pendiente es moderadamente soportable. Se sube bien haciendo zetas. Cuando quedan unos 200 metros para llegar al Plateau la cosa se empina severamente; menos mal que hay buena huella, lo que facilita el ascenso. Para los que son asiduos de Sierra Nevada, esta última parte recuerda mucho en dificultad al Corredor del Veleta.
Para alcanzar el Plateau du Couloir hay que hacer una travesía de unos setenta metros que está delicada por culpa de la nieve caída anoche. Aquí ya no hay huella y nos toca hacerla a nosotros. Llegamos al Plateau du Couloir en dos horas, es decir en la mejor de nuestras previsiones.
La niebla se hace ahora más densa por lo que tenemos que esquiar muy despacio suguiendo la traza del GPS. Para colmo en una ladera helada con mucha pendiente me caigo y me saltan las fijaciones. Perdemos un rato mientras consigo ponérmelas de nuevo. Como podemos terminamos el descenso y ponemos pieles para encaminarnos hacia el Col de Sonadon, al que llegamos en dos horas, cuando nuestros planes era tardar en este tramo sobre cuarenta y cinco minutos.
Después del Col de Sonadon comienza el descenso del Glaciar de Mont Durand. La niebla continua con nosotros. Cada pocos giros tenemos que parar para confirmar que no nos salimos de la traza, pues en esta parte hay tener mucho cuidado con irse hacia la izquierda pues por allí está la barrera de seracs con el consiguiente tajo debajo.
Por suerte después de cuarenta minutos de bajada la niebla empieza a abrirse y nos permite disfrutar de la última parte de la bajada del glaciar, con una nieve más que aceptable.
Al poco rato toca volver a poner pieles para subir los 200 m de desnivel que nos separan del Épaule Mont Avril. Desde aquí se divisa perfectament la Cabaña de Charion, fin habitual de esta etapa, y la garganta que da entrada al Glaciar de Otenma.
Descendemos 500 m de desnivel hasta llegar a Charmontanne. Este es el lugar donde se bifurcan los dos caminos. Llevamos algo más de seis horas de ruta. Paramos un rato para comer algo y decidmos tirar para Vignettes.
Nos introducimos en la estrecha garganta que desemboca en el Glaciar de Otenma. La garganta tiene algo más de un kilómetro de largo. Procuramos ir rápido para minimizar el riesgo de la caída de hielo y rocas desde la parte superior.
Una vez fuera de la garganta hay que recorrer otro kilómetro y pico para alcanzar el Glaciar de Otenma. Este glaciar es descomunalmente grande, tanto por largo como por ancho. Es la "inmensidad inmensamente inmensa". Para acrecentar aún más su magnitud se dio la circunstancia de que estuvimos los tres sólos durante toda su travesía. Además íbamos separados más de cien metros. El silencio, sólo roto por el ruido de nuestros esquís deslizando sobre la nieve, era sobrecogedor. Es en estos sitios dónde uno siente muy pequeño y muy grande al mismo tiempo. La insignicancia de una persona en este escenario te hace chico como una pulga y, al mismo tiempo, la felicidad, la emoción y el sentirte tremendamente vivo deslizándote sobre tus esquís te hace parecer un coloso.
Hay que estar aquí para hacerse una idea de la dimensiones de las que hablo. Para hacerse una idea sirva de muestra lo siguiente: en la parte media-alta del glaciar hay un desvío que va al refugio de Nacamulli; es tan grande la lengua de hielo y nieve que sale aquí, que dábamos trescientos pasos y mirábamos hacia ella y daba la impresión de que no nos habíamos movido.
Todo tiene su final, y el Glaciar de Otenma no iba a ser una excepción. Este se halla en Col de Charmontanne (3037m) , que más que un collado parece un plateau. En este punto giramos a la izquierda y subimos una empinada pendiente helada en la que fue necesario echar mano de las cuchillas. Después un llanito y al poco la arista que suspendida sobre el vacío nos lleva hasta la Cabaña de Vignettes, adonde llegamos a las seis y media, la hora de la cena. Puntualidad inglesa, como los buenos jejeje...
Tiempo: 11h 30min
Distancia: 24,2 km
Desnivel: +1922m -1794m
FOTOS:


 Salimos del refugio con -9ºC y mucha niebla.
 Al principio la pendiente es más o menos llevadera.
 Mientra más subimos...
 ...más apretao se pone el asunto.

 En un momento en que se abrió la niebla, pudimos ver el Mont Blanc.
 Llegando a la travesía final antes del Plateau du Couloir.
 Desde el Plateau du Couloir se divisa el bivac Biagio Musso. A partir de aquí no hay fotos de la parte más chunga, pues bastante teníamos con solventar los lances a los que nos enfrantamos. Como para andar echando fotitos.
 Esquiando en el Glaciar de Mont Durand. 


 Desde L'Épaule Mont Avril se aprecia abajo la garganta que tenemos que coger.
 Bajando hacia Charmontane.
 Llegando a Charmontane.
 Empezamos la garganta.

 ¡Vamos a pasar ligeritos por aquí!
 OOOOOOOTENMAAAAAAAAA


 En el fondo se puede apreciar a uno de nosotros.
 OOOOOOOOTENMAAAAAAAAA.
 Y más del Glaciar de Otenma. Perdonad, pero es que no me canso.
 La salida del glaciar es por la rampa de la izquierda.
 La cabaña de Vignettes. Es como para que se te caiga algo por una ventana.
Mira que contentinos están los tres con su bota y jartos de cerveza y de cenar...